Se ha diseñado esta casa rural como un punto de encuentro familiar de fin de semana, con características de vivienda permanente especialmente pensadas para personas de la tercera edad, brindando propiedades naturales que generan un fuerte sentido de pertenencia y ofrecen calidez y gracia a modo de refugio tranquilo para el espíritu.

La relación fluida con el entorno se establece mediante una sucesión de espacios abiertos, que incluyen el solar, el patio de acceso, el patio central y el paisaje circundante. La comunicación e integración con este paisaje no solo define la arquitectura sino también enriquece la experiencia de la casa y su entorno. Por otro lado, la relación con el interior se logra a través de la creación de espacios contenidos pero acogedores, amplios aunque austeros, y abiertos e iluminados.

Desde el patio de acceso, se puede acceder a la terraza jardín destinada a la huerta familiar o al vestíbulo de llegada a nivel del terreno, coronado con una marquesina. Este elemento actúa como el articulador principal que segrega los espacios privados y familiares de los espacios sociales o públicos.

El Patio Central se conforma con galerías exteriores que flanquean dos de sus lados en forma de “L”, y el paisaje en el fondo actúa como un límite virtual, aprovechando la pendiente extensa del lote inclinado y ofreciendo vistas lejanas.

Las habitaciones, sin ventanas convencionales, cuentan con puertas-ventanas que permiten la relación con vistas cercanas, mientras que los baños, exentos de las habitaciones, se abren hacia sus propios jardines y vistas distantes.

En contraposición, el área social, que incluye el salón, comedor y cocina, es un espacio integrado ampliamente abierto al exterior y rematado por una chimenea, que actúa como el espacio familiar por excelencia.

Como parte de una segunda etapa, se propone un edificio adyacente que albergaría un salón de juegos a nivel, una zona húmeda en el nivel inferior y un estudio mirador en el segundo piso, al mismo nivel de la terraza jardín.

Los materiales seleccionados siguen el criterio de austeridad y relación con el sitio, resaltando la belleza y nobleza de los mismos. Concreto ocre y ladrillo a la vista son los acabados finales, mientras que muros pañetados y pintados se aplican como elementos artificiales en contraposición a los elementos naturales del entorno. Las piedras se integran en diferentes formatos, y el agua se convierte en un elemento esencial que acompaña el recorrido desde la llegada.

  • Diseño: Arcadio Polanco Piñeros, Sonia Luz Bernal Franco
  • Fecha de diseño: 2016
  • Colaboradores: Jorge Báez, Katherine Prieto O.
  • Fotografías: Arcadio Polanco P