Concursos de Arquitectura

Bogotá, Septiembre 25 de 2015

 

Apreciados colegas y amigos

 

La Sociedad Colombiana de Arquitectos acumula una extensa experiencia en el manejo de concursos arquitectónicos, actividad que ha sido, desde su fundación, uno de sus principales bastiones. A partir de mediados del siglo XX, la SCA ha promovido y puesto en práctica numerosos concursos, con la certeza de que estos constituyen la herramienta más idónea para seleccionar las mejores propuestas para los espacios más significativos de nuestras ciudades.

 

Colombia está llena de excelentes obras arquitectónicas otorgadas por concurso público.

 

Estas convocatorias representan una gran oportunidad para los arquitectos, tanto para los que gozan de amplio reconocimiento profesional, como para quienes inician su trayectoria o son desconocidos en la escena arquitectónica nacional. Para estos últimos, cuando resultan favorecidos con el fallo del jurado, es una ocasión excepcional para dar a conocer sus propuestas y madurar sus iniciativas. Para ambos grupos, es una ventaja encontrar en cada competición condiciones de ecuanimidad que desvinculan la trayectoria o el grado de reconocimiento de los proponentes, donde lo importante es la idea presentada. En ocasiones, coinciden destacados arquitectos con profesionales emergentes, que habían sido incluso sus alumnos. Unos y otros, mediante una asertiva interpretación de las necesidades del programa arquitectónico solicitado, demuestran su destreza, creatividad y compromiso profesional, puesto al servicio de la comunidad y del país.

 

La igualdad es una de las características dignas de resaltar en el ejercicio de los concursos. Las condiciones para participar son asequibles, ya que no se requiere contar con el respaldo de complejas oficinas, alta capacidad de contratación o gruesos pergaminos académicos. Son suficientes la confianza en la seriedad e imparcialidad de los organizadores y el entusiasmo para creer en este tipo de procesos.

 

Participar resulta sencillo, pero igualmente exigente: los tiempos usualmente son muy reducidos y las bases requieren ser entendidas con claridad. El equipo de concursantes debe estar compenetrado con la tarea, entendiendo que la recompensa no siempre está asegurada, lo cual, sumado a otros factores imponderables, caracterizan los concursos.

 

No obstante, los concursos arquitectónicos son emocionantes, sin importar en cuál orilla se esté. Lo es para el promotor, quien podrá contar con variadas propuestas de diversos autores, lo que le permitirá tener una amplia oferta de posibilidades. Para el jurado también, pues este grupo de reconocida experiencia profesional y altísimos valores éticos, no permite asomar la más mínima opción de favorecimiento y, mediante apasionados debates conceptuales, procura escoger la mejor opción dentro de parámetros de respeto, conocimiento y elevados criterios de elección (como jurado que he sido, doy fe de ello).

 

Los organizadores, por su parte, se reconfortan ante el amplio despliegue de creatividad de las propuestas, enfoques, soluciones ingeniosas, superación de retos, lenguajes arquitectónicos y corrientes que se contrastan entre sí. Cuando se trata de concursos promovidos por entidades públicas, estos son prenda de garantía de equidad, transparencia y reconocimiento de los méritos por encima de cualquier otra condición.

 

Finalmente, los arquitectos concursantes encuentran satisfactorio aceptar el reto profesional que les lleva a confrontar su propuesta con las de sus colegas, y en donde experimentan la fortaleza que exige la competencia, generan ideas y despliegan soluciones para el problema planteado, persiguiendo la difícil opción de ser escogidos como los mejores. Cada concurso en el que se participa reafirma la solidez intelectual del profesional, su creatividad, claridad conceptual y el deseo de aportar en el propósito por configurar un mejor territorio en el cual vivir.

 

La Sociedad Colombiana de Arquitectos ha persistido en fortalecer la realización de los concursos y propende por garantizar que se conviertan en buena arquitectura, reflejando los principios que inspiran la conformación de la entidad como órgano que estimula el correcto ejercicio de la profesión para beneficio de la comunidad y el Estado, a través de proyectos de alta calidad profesional. Los concursos han confirmado sus bondades y son la plataforma de integración ideal entre los profesionales de la arquitectura, afiliados o no a la SCA, y las entidades promotoras empeñadas en acertar en sus soluciones.

 

Agradecemos a todos los directivos de la SCA que por más de 80 años han mantenido nuestro prestigio, mostrando el camino a todos los arquitectos que creen en nuestra institución al participar en los diversos concursos celebrados, Así mismo, a los asesores, coordinadores y jurados, que con su buen juicio han hecho posibles estos logros; a los arquitectos de ayer y de hoy, por su despliegue de talento y dedicación; a los académicos que aportan sus luces y a las entidades promotoras que gracias a su visión, confianza y apoyo han hecho posibles tantos y tantos concursos que han contribuido con el desarrollo urbanístico y arquitectónico de nuestra nación.

 

 

Arq. Flavio Romero Frieri
Presidente Nacional Sociedad Colombiana de Arquitectos