Parques del Río fue un Concurso Público internacional de Anteproyecto en Medellín, Colombia, que buscaba seleccionar, entre múltiples propuestas presentadas por arquitectos colombianos e internacionales, un proyecto que integrara la ciudad con el río, el área de intervención estuviera definida en función del espacio de propiedad pública disponible a lo largo de los ejes viales y del retiro hídrico determinado para ambas márgenes.
El diseño de Parques del Río fue adjudicado en 2013 a la oficina liderada por Sebastián Monsalve y Juan David Hoyos y su construcción comenzó en 2014. Se destacó en su momento que la propuesta ganadora abordaba las problemáticas ambientales del uso del espacio público, de las redes viales y de conectividad a partir de la cotidianidad vivencial del ciudadano de Medellín, además, planteaba claras premisas para redefinir y revaluar la cultura ambiental para Medellín y su río.
Son 71.800 metros cuadrados que integra diferentes áreas para el disfrute de sus visitantes. Además, el espacio conecta varios lugares emblemáticos de la ciudad como Plaza Mayor, el Centro Administrativo Alpujarra y el Teatro Metropolitano. Esta obra pone a disposición de la comunidad 470 metros lineales de parque, una zona para exposiciones, cinco locales comerciales, 45 parqueaderos para bicicletas y diferentes zonas verdes y de esparcimiento. Además de las áreas verdes en los costados del río, que se organizan como un gran parque botánico lineal de 18 km de longitud, las intervenciones se conectan, mediante puentes peatonales, las partes de la ciudad al occidente y al oriente del río.
Esta obra ha sido altamente galardonada en concursos de arquitectura colombianos e internacionales, tales como Karl Brunner, en la XXVI Bienal Colombiana de Arquitectura (2020), Proyecto de la infraestructura renovable del año, otorgado por la CG/LA Infrastructure, Le Monde a la innovación urbana, en la categoría urbanismo, World Architecture Festival 2018 ganador de la subcategoría ‘Plan maestro’ del ítem ‘Futuros proyectos’ y el más reciente con la mención especial en la categoría de Mejor iniciativa en Regeneración Urbana de la edición 18 de los Premios Asprima- Sima.
La arquitectura moderna como un activo cultural es clave para el futuro urbano que debe estar en una constante búsqueda de la calidad. Para esto la única forma transparente de lograrlo es a través de los concursos de arquitectura. Un proceso que ha sido instituido por la SCA desde principios del siglo XX, estos constituyen la herramienta más idónea para seleccionar las mejores propuestas para los espacios más significativos de nuestras ciudades y así mismo garantiza la meritocracia y el mejor resultado, asegurando de muchas formas el interés público, entendiendo también que las obras públicas son una herramienta de desarrollo probada y útil para revitalizar la industria de la construcción y la economía en general.
La participación en un concurso de arquitectura promueve la investigación, la comprensión y experimentación. Así, cualquier intento de participación requiere investigar el tema respectivo a profundidad, además a través de concursos de arquitectura, también se promueve la competencia y el sentimiento de excelencia, la mejora continua, el establecimiento de objetivos y la disciplina. Al mismo tiempo, se promueve el desarrollo de la cooperación, además, a través de estos, no solo se le brinda a los jóvenes arquitectos la oportunidad de desarrollar su creatividad en beneficio de la sociedad, sino que se crea un mercado laboral igualitario, accesible para todos, independientemente de sus conocidos y conexiones.
Los concursos de arquitectura han sido siempre un campo fértil para la expresión de las ideas, la experimentación, la reflexión y la discusión en torno al ‘proyecto arquitectónico’ y su incidencia en el desarrollo de las ciudades. Históricamente, el concurso público se ha constituido como un mecanismo efectivo para escoger, entre múltiples posibilidades, la mejor solución arquitectónica. – Mauricio Uribe González
La participación en un Concurso de Arquitectura se convierte en un honor para el participante, aunque su propuesta no sea distinguida. Esto se debe a que cada participación es una propuesta completa, estudiada y aplicable. A juzgar por los resultados de los concursos de arquitectura, se puede concluir que las ideas y soluciones arquitectónicas resultantes son valiosas, aplicables y bien estudiadas.
Ejemplos clásicos y atemporales son el Hospital San Juan de Dios en Bogotá, la Plaza de Bolívar, la terminación del Capitolio Nacional o el Palacio Municipal de Medellín y muchos más, son ejemplos de intervenciones arquitectónicas que se han hecho a través de Concursos de Arquitectura en Colombia.
VALOR AGREGADO DE LOS CONCURSOS
- Pluralismo: Una sola convocatoria para múltiples opciones que permitan seleccionar la mejor propuesta.
- Promoción marca ciudad: Es una vitrina para promover la ciudad promotora del proyecto por el fuerte despliegue en la promoción de concurso.
- Legitimidad: Es una herramienta que legitima institucionalmente la modalidad de selección, la inversión y un resultado contundente en el entendido de que el juzgamiento y selección estará en manos de un jurado plural conformado por reconocidos expertos que no dejan duda alguna.
ELEMENTOS CLAVES DEL PROCESO
- Estructuración del proyecto: como fase preliminar que límite al mínimo los riesgos, con entre otras las siguientes actividades:
- Antecedentes del proyecto.
- Objetivos del proyecto.
- Destinatarios del proyecto.
- La estructura de un proyecto para tener claro para quién se hace el proyecto y qué se quiere lograr.
- Análisis de riesgos
- Implementación y calendario del proyecto.
- Recursos del proyecto.
- Resultados esperados del proyecto.
- Operación del proyecto
- Seguimiento y evaluación del proyecto.
- Informe de resultados.
- La designación de los coordinadores del concurso, expertos que deben tener una clara concepción del proyecto y de aspectos fundamentales como las áreas, alcance, inversión, plan estratégico de necesidades arquitectónicas, etc.
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